“Engin Akyürek’in yeni kahramanı hayranlarda öfkeye yol açıyor!”

Engin Akyürek: el turco que desata suspiros

Ya es célebre por sus participaciones en las tiras turcas que andan girando por el mundo y Canal 9 Televida. Ahora, Engin está en el país.

Engin Akyürek: el turco que desata suspiros

Engin Akyürek: el turco que desata suspiros

No pertenece al star system de Hollywood, pero es una estrella internacional. Vino desde el otro lado del mundo, de Turquía, pero en Ezeiza lo esperaban más de 400 fans. Es Engin Akyürek, nombre difícil de pronunciar, pero una cara conocida para los seguidores de las telenovelas turcas que son furor en todo el planeta, incluida la Argentina. Engin fue uno de los protagonistas de “¿Qué culpa tiene Fatmagül?”. Y ahora está en la pantalla de Canal 9 Televida, todas las medianoches, con “Kara para Ask”, interpretando a un policía que busca desarticular una red de tráfico de órganos y lavado de dinero. Pero el actor turco de 38 años estuvo de paso por Buenos Aires para presentar la película “Kerem, hasta la eternidad”, que se estrena mañana en los cines mendocinos.

En el filme, Akyrürek es un exitoso arquitecto que busca tener un hijo junto a su esposa. Pero un accidente le va a cambiar la vida por completo. La historia, rodada el año pasado, es un drama con tintes de thriller y algunos efectos especiales utilizados para describir una situación sobrenatural que vive su personaje y quienes lo rodean.

Acostumbrado a un esquema más tradicional, como el de las telenovelas, ¿cómo fue filmar esas escenas con efectos especiales?

-Realmente fue una nueva experiencia para mí como actor, que se dio a la par de algo novedoso también para el cine turco. Trabajar delante de un croma (una pantalla verde sobre la que se proyectan distintas imágenes) no es nada sencillo ni cómodo, porque no sabés con quién estás interactuando. Pero, como profesional, me parece que hay que adaptarse a la tecnología, a las novedades y en ese sentido, lo tomé como un desafío total. Y me encantó hacerlo.

-El personaje debe enfrentarse a varias situaciones que rozan lo sobrenatural. ¿Cómo es tu relación con ese mundo?

Los poderes sobrenaturales que experimenta el personaje de la película están directamente relacionados con sus miedos. Y en ese sentido me acerqué por ahí, me identifiqué con eso para poder interpretarlo. Cuánto más miedo tenía él, más aumentaban esas imágenes extrañas. Me apoyé y utilicé mucho el miedo para trabajar esas escenas.

-¿Como elegís tus personajes? ¿Qué proyectos te interesan?

-Más que los personajes en particular, lo que más me interesan son las historias para contar, la curiosidad que me despiertan. No busco en particular un personaje, sino que lo trabajo y lo investigo a partir de la historia que se esté contando. Y eso es lo mismo para una telenovela o para una película.

-La Argentina no es la excepción al éxito de las telenovelas turcas en todo el mundo y ése es un boom del que formás parte. ¿Cómo interpretás el fenómeno?

-En general, son cuestiones un poco inexplicables. Pero creo que tiene que ver con varios aspectos. En parte hay una gran apuesta en Turquía para el desarrollo del cine, las series y la telenovelas, sobre todo esto se nota mucho en los últimos cinco años. Tienen mucha producción, se modernizan las técnicas y eso permite hacer producciones de calidad. Pero por otro lado, hay algo cultural en cuanto a las historias que se cuentan. Me parece que hay valores comunes que unen a nuestras culturas, la turca y la de Latinoamérica, sobre todo. Estoy seguro de que, si nos sentamos a conversar, vamos a encontrar más puntos en común de los que suponemos. Creo que la combinación de ambos aspectos contribuye a ese éxito de las producciones turcas. Estamos en dos puntas opuestas del mundo, pero que, sin embargo, se identifican mucho.

Cuando llegaste a Buenos Aires, te esperaban cientos de fans. Y eso te pasa en muchas ciudades del mundo. ¿Cómo te llevás con esa fama? ¿Te altera mucho la vida cotidiana?

-Básicamente, la disfruto. Sé que a muchos actores y actrices les puede llegar a perturbar un poco, pero la verdad es que a mí me hace muy feliz. Y, además, cuando veo esa repercusión y ese cariño, me resulta muy motivador, me inspira mucho para hacer mejor mi trabajo, me obliga a estar más atento. La verdad es que cuando empecé con la actuación, hace quince años, nunca planifiqué ni me imaginé que podía pasar algo así. Recorrer este camino dedicándome a lo que me apasiona y que pase esto es una sorpresa más que agradable. Estoy en un lugar al que me llevó el camino que emprendí hace muchos años. No lo pensé pero se dio de esta manera. Y estoy contento con eso.

Akyrürek no le teme a quedar encasillado en la etiqueta de galán. Antes de dedicarse a hacer cine y televisión, estudiaba Historia y Literatura. La actuación lo fue entusiasmando cada vez más. Pero esas disciplinas no desaparecieron de la vida del actor.

-¿Qué queda de aquella etapa en la actualidad? ¿Cómo conciliás tu trabajo como actor con tu actividad anterior?

-Todo se dio muy paulatinamente, paso a paso. Fueron quince años de ir de a poco y no sufrí cambios bruscos de la noche a la mañana en mi estilo de vida. Es algo que lo fui digiriendo lentamente y ahora son distintas facetas de mi vida que conviven.

-¿Cómo es esa convivencia?

-Además de actuar, escribo historias de ficción, me gusta mucho hacerlo y en algún momento pienso en escribir un guión. Y, por qué no, incluso dirigir. Pero dejo que suceda, creo que se va a dar naturalmente en un futuro. Ahora escribo historias que se publican en una revista periódicamente y tengo la intención de recopilarlas en un libro muy pronto.

-¿Qué conocés de la Argentina?

-En Turquía, la Argentina siempre fue un país que se sintió cercano, sobre todo por el fútbol. Yo soy hincha del Beksitas y hay muchos jugadores argentinos que pasaron por mi equipo y otros, como José Sosa, Ariel Ortega, Rogelio Funes Mori y Fernando Belluschi. Ellos me acercaron a este país. Además me gusta Boca Juniors. Es una referencia para nosotros. Eso en cuanto al fútbol, pero también he visto unas cuantas películas argentinas y me encanta Ricardo Darín. Hay un público que lo sigue mucho allá.

-Volvemos a lo que decíamos al inicio: hay más en común de lo que parece a simple vista. Incluso las recientes sanciones económicas que recibió Turquía por parte de los Estados Unidos afectaron directamente la economía de la Argentina.

-Sí, totalmente. Hoy en día el mundo es muy pequeño y estamos todos conectados, para bien o para mal.

Pausado y sin divismo, a pesar de que lo rodea un séquito, Engin asegura que, más allá de la barrera del idioma, le encantaría trabajar en la Argentina. “Sería un gran desafío”, asegura, traductora mediante.

Un galán, dos personajes

La primera vez que el público argentino descubrió a Engin Akyürek fue en “¿Qué culpa tiene Fatmagül?”, hace dos años.

La telenovela fue una de las más exitosas dentro del boom que representan las producciones turcas que copan la pantalla abierta.

Allí, Engin interpreta a Kerim, un joven herrero que se debatía entre defender a sus amigos que habían violado a Fatmagül y el amor que sentía por ella. El personaje era un joven algo torpe e introvertido, atormentado por la culpa. Ese papel le dio una gran notoriedad no sólo en Turquía, sino en el resto del mundo.

Pero este año, Engin volvió a la pantalla local con otra historia completamente diferente.

En “Kara para Ask” (Canal 9 Televida), interpreta a Omar Demir, un policía que se enfrenta a una poderosa red de traficantes de órganos y lavado de dinero. 

Pero en el medio está involucrada Elif, la mujer que ama, y también su hermano Hussein, policía como él, pero corrupto y vinculado a la red que intenta desarticular. Por este personaje, el actor recibió varios premios.